domingo, marzo 03, 2013

Otra del baño de mujeres

Hice una nueva amiga, fue ese día cuando entré al baño dando un portazo, apurada por llegar a llenarme la cara de menjurjes seguramente llenos de plomo que claman ser naturales y orgánicos y no se qué mamadas más. Pues eso, ahí estaba yo frente al gigantesco espejo del baño, con la peor luz posible que no hace sino magnificar cuanto desperfecto tenga una en la cara ¡Ah cabrón! ¿Desde cuando tengo este pelo de bruja saliéndome de la barbilla? Apurada porque para variar ya iba tarde, intentaba corregir mi cara de fastidio, cruda y cansancio para disfrazarla de frescura y lozanía primaveral, aunque por dentro sentía las mismas ganas de patear al primero que viniera con un ¿estás enferma? Como suele ocurrir en mis días de cansancio, cruda y fastidio. O sea, 3 de 5 días de la semana… laboral. En esas estaba, cuando una mujer de vestido apretujado, pelo alborotado y maquillaje imposible se me acercó disculpándose y me preguntó si me podía dar un par de tips. ¿Tan mal lo hago de plano? Pensé ¿Mi belleza sin igual de verdad necesita arreglo? Pero igual la dejé hacer y me enseñó cómo colocar el maquillaje correctamente para que se vea más natural y parejito y luego me pasó el dato correcto de la pestaña bien pintada y remató con la forma perfecta de aplicar el rubor porque “con mi tipo de cara necesito afilar los pómulos” snif. La verdad yo no noté mucha diferencia, aunque asentí entusiasta cuando me dijo ¿Si ves qué diferente y bonita te ves? Un par de días después nos volvimos a encontrar, me aseguré de que se diera cuenta de que seguía sus consejos mientras me embadurnaba y esta vez la clase fue sobre cosmética natural. ¿Pensarías que yo tengo 45 años? Preguntó. Y yo pensé que la respuesta correcta sería ¡No, para nada, te ves muy joven! Así que solté ¡No, para nada, si te ves muy joven! Y entonces, muy sonriente, me dio una cátedra de cómo aprovechar la sávila para preparar una pócima que debe rociarse cada mañana y cada noche en la cara para mantener su lozanía y lo que sobre del brebaje, se puede ingerir por las mañanas por si se quiere bajar la panza (¡Encima de que me critica por maquillarme mal, me dice gorda!) Basta con lavarse la cara con jabón neutro y rociarse el agua de sávila y verás el resultado en 15 días. Al menos eso me prometió. Y entonces ahora lo que hago es tratar de llegar a la oficina ya maquillada para no tener que encontrarme a mi amiga del baño y que se de cuenta que no he conseguido sávila y que mi maquillaje sigue igual de imperfecto que siempre.

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